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Claro que el Eterno no se equivocó! Todos a priori pensamos eso, conceptualmente no hay lugar a dudas. El problema surge en nuestro día a día, sin darnos cuenta, miramos hacia otra persona y empezamos a compararnos. A veces tu comparativa tiene una tendencia bajista, pensamientos como “No soy lo suficientemente bueno en esto”, “si yo supiera más” o “si fuera tan inteligente como….”. Otras veces, como le pasó a Coré, tus pensamientos son más alcistas, “Si yo estuviera al mando, indudablemente, lo haría mejor”, “las cosas serían diferente si estuviera de encargada” o “no sé porque le han puesto a él como líder”.

Coré pertenecia a la tribu de Levi, de la familia de Coat. El padre de Moisés (Amram) y el de Coré (Isar) eran hermanos, de hecho, él era el primogénito de su papá. Era lógico pensar que después de nombrar a Eliasaf, el segundo hijo de Guerson como principe y teniendo en cuenta que de la familia de Coat, los hijos de Amram ya tenían puestos de mando, Coré pensaría que al ser el primogénito del segundo hijo de Coat, sería nombrado principe.

La sorpresa fue cuando Elsafan el ultimo de los hijos de Coat fue nombrado como principe. “Moises me la tiene jurada, si yo estuviera al mando…” probablemente eso pensó Coré. Ese sería el primer paso hacia la caída al abismo. El problema es que ese nombramiento no tuvo nada que ver con Moisés, eso fue designio del Eterno y visto lo sucedido, ya sabemos porque.

Coré ya tenía una posición de honor, formaba parte de la tribu de los levitas. Él servía en el mishkan, era el encargado de transportar la estructura de la tienda de reunión. Nadie podía hacer su labor, ese era un designio divino. El conflicto vino cuando él empezó a compararse con los demás. Compararse con Moises, con Aarón y con Elsafan. Sin darse cuenta, él le estaba diciendo al Eterno que se había equivocado.

¿Cuántas veces nos pasa exactamente lo mismo? Nos creemos peor o mejor que aquellas personas a las que nos comparamos. Tanto si tu tendencia es bajista o alcista, el hecho es que muy probablemente no estás viendo el designio del Eterno en tu vida. El propósito que Él depositó en ti. Sí, quizás tengas algunas limitaciones, pero tal vez tengas que aprender lo que significa ser disciplinado. O quizás el Eterno todavía no te ha dado más responsabilidades, porque todavía no es tiempo. Te aseguro que si miras bien en tu rutina, Él ya te ha dado alguna responsabilidad, pequeña, pero a sus ojos importante.

Así que solo tienes dos caminos, el que tomó Coré o el de los hijos de Koreh. O te rebelas e intentas hacer las cosas a tu manera, despreciando lo que el Eterno sí te ha dado. O te vas al lado de Moisés, al lado de la Torah. Teniendo paciencia y mansedumbre. Incluso aunque puedas sufrir injusticias, tranquilo porque el Eterno peleará por ti. Koreh o hijos de Koreh, autores de salmo 84, 85 y 87.