Yom Hashoah es el día de la conmemoración del holocausto, donde aproximadamente seis millones de judíos fueron exterminados por los Nazis. A partir del 1959 pasó a ser un día oficialmente reconocido por el Knesset. Es una oportunidad para la reflexión, para recordar a las víctimas y a los heroes de la mayor tragedia de la historia, el holocausto.
Quizás el holocausto no sea un tema tan popular, incluso hay algunos insensatos que en la actualidad niegan que tales hechos acontecieron, a los cuales les recomendaría que hicieran un viaje al Museo Yad Vashem de Jerusalén, dónde incluso podrían conocer a supervivientes en carne y hueso. Pero a veces, la desconexión es más sutil que eso, es decir a veces no se trata de que uno niegue los hechos sino que se pregunte la relevancia del recordarlos. En otras palabras, la frase “Bueno, sí, pero ¿y eso que tiene que ver conmigo?” inunda nuestras mentes. Desde siglos muy tempranos (II dC), la desconexión a la raíz del Olivo verdadero que sufrimos por aquellos que se llamaron “Padres de la Iglesia” nos quitó ese sentido de pertenencia. Hay evidencias históricas que esos “padres” fueron antisemitas y quisieron separar a los creyentes del imperio del pueblo judío. Si quieres saber más acerca de esto, te recomendamos la siguiente enseñanza que aborda perfectamente este tema: “Crisis de Identidad”
Sea que reconozcas o no esa desconexión, la cuestión es incluso más simple. ¿Amas al Dios de Israel? Si la respuesta es sí, también tienes que amar a su pueblo. ¿Amas a Jesús (Yeshua, su nombre en hebreo)? pues debes saber que él es judío y su pueblo son los judíos.
También está la promesa que le hizo el Eterno a Abraham:
“Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” Génesis 12:3
Con lo cual, ¿qué tiene que ver Yom Hashoah conmigo?, pues mucho. Es una oportunidad para recordar el sufrimiento de nuestros hermanos judíos en el Holocausto. Recordamos a esos heroes anónimos que se levantaron en contra de la injusticia. También nos enseña que el ser humano, sin la guía y dirección del Eterno puede llegar a lugares terriblemente espantosos.
Y probablemente lo que más nos tiene que tener apercibidos son los tiempos que estamos viviendo, con el auge del antisemitismo entre el continente Europeo y EE.UU. Los hechos del holocausto, parecen lejanos pero imagina, ¿qué pasaría si empezará a pasar lo mismo?. De hecho, hace poco el New York Times publicó una viñeta mostrando al Primer Ministro Netanyahu como un perro al lado del presidente Donald Trump. De la misma manera empezó el holocausto, con la sátira y la vejación del pueblo judío.
Así que no es una locura ponerte a imaginar y preguntarte, ¿qué harías si vieras a alguien pegando a un judío?, ¿o que lo vieras que no puede comprar?, o que incluso te pidiera ayuda para esconderse. ¿Qué harías?.
Cuando todo está bien es muy fácil decir “Yo amo a Israel”, pero las palabras se las lleva el viento y los hechos son los que permanecen. Toma este Yom Hashoah para intentar contestar estas preguntas, para reflexionar. Y recuerda:
“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos” 1 Juan 3:16
Tienes toda la razon yo md siento judia Israelita y ami mu pueblo peri vomo dices se habla muy bonito peto en esa circustancia qud haria ayudaria o le doy la espalda confio que si me llegara ese momento mi ELOHIN me ayudaria a hacer lo correcto y lo bueno Shalom
Amém que el Eterno nos de sabiduría y coraje para actuar siempre en favor de su Justicia.